Muchas veces se pierde de vista que los niños se inclinan naturalmente al juego y al deporte por la única satisfacción de ser protagonistas dentro de los mismos y poder vivenciar felizmente esos momentos.
Tal vez sea necesario plantearse como podríamos desde nuestro rol de adultos colaborar con el feliz crecimiento personal de las niñas/os, de que manera colaboramos para generar un clima de armonía, donde puedan sentirse seguros de intervenir dentro de sus posibilidades, donde facilitemos la alegría por participar, riendo de los aciertos y también de los errores que conllevará inexorablemente a la búsqueda alegre de las soluciones necesarias.
Acompañemos su participacion en el deporte sin juicios de valor, mas bien realizando preguntas sobre como se sintieron, que les gusto mas o menos, que les parecieron sus intervenciones, con quienes se sintieron mas a gusto, que les parece el trato o el ambiente de juego, etc.
De esta manera podemos fomentar un análisis propio que le permite comenzar a construir su propio yo.
Acompañemos saludablemente a nuestros niños.
Brindemos, alimentacion saludable, respetemos los momentos de descansos necesarios, posibilitemos sus momentos de juegos y deportes, pero sobre todo... recordemos que todos nacimos para ser felices.
Lia.