Fútbol femenino, de sueño a realidad

Cada vez que recuerdo mi infancia, me conecto con mi sueño de jugar al fútbol en un estadio.
Salvo mi tío Luis que me llevaba al parque a jugar con mis primos, y mi padre (que veía en mi cualidades pero conocía lo difícil de encontrar un sitio para niñas),

 el resto coincidía en que no pasaría de un sueño sin sentido.

Han pasado muchos años, no viene al caso mencionarlos, y no solo pude jugar en algún que otro estadio torneos oficiales y amistosos de fútbol 5, 6, u 11, sino que vencí mis temores, me prepare estudiando y trabaje incansablemente para conquistar espacios y lograr instaurar en las canchas este maravilloso deporte.






No sé como sigue el futuro, ni que me espera, de lo que sí estoy completamente segura es que me veo en las canchas con infinidad de niñas, jóvenes y mujeres ya adultas siendo simplemente felices con la redonda a sus pies.

 

Porque solo quien ha deseado hasta las entrañas hacer algo, puede otorgarle el lugar de importancia a dicha actividad.
Construir algo donde no existía nada, conlleva esfuerzo, deificación, apertura, imaginación y obliga a escuchar a aquellos que se suman en tu tarea.  Desde esa apertura se conquistan nuevos caminos y espacios deportivos, sociales y culturales.


Deseas algo?

Date la oportunidad de soñar
Desde lo mas profundo de tu pasión
Trabaja incansablemente
Toma las opiniones de quien te las ofrece desinteresadamente
Construye tu propio camino
Y sé simplemente feliz
Sólo así expandirás hacia el universo tu dicha,  está comprobado que regresa a vos...
Multiplicado!!!